La enfermedad conocida como COVID-19 es producida por un nuevo virus llamado SARS- Cov-2. La mayoría de quienes se infectan padecen una enfermedad leve y se recuperan, pero en algunos casos – como en personas mayores o aquellas que presentan alguna patología crónica – puede resultar más grave.
Para cuidar su salud y, a la vez, proteger a los demás de la propagación del virus, es fundamental que:
- Lave frecuentemente sus manos.
- Mantenga una distancia de al menos 2 metros con otras personas.
- Utilice correctamente su barbijo/tapabocas.
- Desinfecte los objetos que se usan con frecuencia.
Es importante que consulte a su centro de salud ante la aparición de síntomas como:
- Fiebre.
- Tos.
- Dolor de garganta.
- Dificultad para respirar.
- Pérdida de olfato o gusto.
La atención centrada en COVID-19 no debe hacerle posponer la realización de los controles correspondientes de sus enfermedades crónicas. Tampoco interrumpa sus tratamientos y consulte con su médico/a si debe recibir alguna de las vacunas recomendadas.
Es importante tener en cuenta el cuidado de la salud mental y física. Por eso, si se siente estresado/a, ansioso/a, o preocupado/a, hable con las personas en quienes confía sobre sus preocupaciones. Recuerde que puede consultar a su médico/a si siente que esos estados, sensaciones y emociones están afectando su salud.
Siga las recomendaciones de protección y prevención proporcionadas por los profesionales de la salud. Hágalo por usted mismo/a y por los demás; ante esta emergencia sanitaria,